Sobre la autenticidad del personaje público – I Parte: Ser una autoridad

Actualmente TODO ha de pasar por el escaparate de las redes sociales, sino no existe. Un profesional tampoco lo es sin el aval de su popularidad en las redes. Es lo que se ha puesto de moda denominar como: “ser una autoridad”.

Para ser una autoridad en tu vertiente profesional, significa que debes tener visibilidad pública y aclamo de las masas. En las redes sociales esto es fácilmente medible: ¿cuántas personas te leen, cuántos seguidores, cuántos “megusta”, cuántas veces compartidas tus publicaciones?

Casa de Campo,Madrid

No basta con ser bueno en tu trabajo, no basta con producir. Ese trabajo, es decir, el resultado de lo que haces, es secundario. Lo más importante es la marca personal que lo acredite. Los clientes pueden sentirse atraídos por los servicios que ofertas, pero se sentirán mucho más atraídos por la gran personalidad ejecutora de tales servicios o productos. A las masas les gusta escuchar lo que tiene que decir una gran figura: empresarial, estética, técnica, especialista, deportista, artista, provocadora, millonaria… Merece atención cualquier perfil que se destaque de entre todos los bustos sin rasgos, siluetas monocromas, carentes de imagen de perfil, que representamos los millones de personas comunes, es decir, los que no tenemos miles de seguidores en las redes sociales.

Ese afán por diferenciarse y, sobre todo, por alzarse por encima del resto de usuarios comunes, lleva cada vez a más personas a vivir dedicadas a crear una vida virtual que pueda resultar atractiva para los consumidores. Es necesario invertir mucho tiempo para triunfar en este empeño. Aquellos quienes tienen recursos contratan a un equipo que se ocupe de esta exigente tarea. Para otros es una pasión dedicarse personalmente, da sentido a su existencia física, es decir, a la que está fuera de las redes. Se pasan el día ideando estrategias para ampliar su estudiado número de seguidores, que miran fluctuar a lo largo de los días, como si de un angustiado inversor en bolsa se tratara, todo el tiempo pendiente el valor de sus acciones.

Se entiende esta dedicación cuando, como he comenzado diciendo, ser una autoridad se ha convertido en un requisito necesario para ganar credibilidad como profesional en tu campo. Además, están aquellos “profesionales de la popularidad” que no tienen por qué tener un campo de desarrollo profesional concreto, sus esfuerzos van destinados simplemente a ser una autoridad en ser una autoridad. Es decir, en tener a miles de personas pendientes de cómo respiran. Son los denominados “influencers”. Pueden ser generadores de opinión y pautas de consumo en áreas concretas, pero su afán de ser famosos no es el de promocionar sus servicios o productos, sino los de otros por medio de su conquistada autoridad.

Y así dejo explicado brevemente qué es ser una autoridad en el mundo digital hoy en día. En siguientes capítulos, más revelaciones sobre lo que ser una autoridad implica. Y no, yo no soy una autoridad en la materia, pero es que ser una autoridad es una ilusión óptica, por lo que, si yo fuese una autoridad, tal vez no quisiera publicar estas reflexiones.

Continuará…

6 respuestas a «Sobre la autenticidad del personaje público – I Parte: Ser una autoridad»

  1. Javier Arnanz Villalta Estoy muy de acuerdo; los “influencers” se hacen visibles sobre todo en las productos relacionados con la necesidad de ventas a un gran número de consumidores: moda, cosmética, políticos, coches, fármacos sin receta, etc, etc,…. Todos los que tienen algo que vender tienen necesidad de profesionalizar la actividad de ventas, de ahí que existen departamentos de comunicación, marketing, publicidad, etc. o empresas que venden sus servicios especializados a productores y fabricantes, con profesionales muy cualificados y con muy altos emolumentos. Cuando un matemático, físico, filósofo o investigador profundiza en una materia, interesante exclusivamente para colegas o público muy especializado (y reducido), tiene necesidad de publicar en medios muy especializados el resultado de su trabajo, medios que seleccionan igualmente la calidad de los investigadores y trabajos, por lo que igualmente se convierten en “influencers”; Cuando una noticia es publicada por la BBC o CNN no tiene la misma credibilidad que si la publica un periódico digital de un país en vías de desarrollo, es decir, esos comunicadores se han convertido en “influencers”; Ahora bien, ¿que diferencia hay entre la comunicación hecha por una joven que nos enseña su fondo de armario y el de una empresa de comunicación? Primero: el público a quien va dirigido y segundo: la credibilidad del “influencer”, pero bueno…………….. veremos tus próximas reflexiones

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    1. Hola, papapiernaslargas! Me ha gustado que has mencionado un concepto del que también quiero tratar en adelante: «profesionalizar la actividad de ventas». Como bien dices’ a nivel empresa existen los equipos del departamento de comunicación, lo mismo que a nivel personal, cada profesional tiene que convertirse en vendedor de sus servicios, productos, ideas… Estoy de acuerdo con el resto de cosas que comentas, y justamente es de eso de lo que voy a hablar en el próximo post! Gracias por alimentar mis reflexiones!!! Besos

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