Se nos ha suicidado otro valiente

Hoy se nos ha anunciado una nueva muerte en el círculo de amigos de la adolescencia. Nueva, porque el año pasado se ya se fue uno de este mismo entorno. Y no es el único entorno, también hace poco se me anunció el fallecimiento de otro compañero de otro ámbito diferente. Los junto a todos porque la causa es la misma, suicidio.

Me cuesta hasta escribirlo, porque es un tema tabú. Por un lado, quien lo comenta parece desagradable por sacar el tema; y, por otro lado, parece como si se acusara a los fallecidos, como si se desmereciese su memoria por mencionar este último acto de sus vidas.

Pues es hora de acabar con el tabú, porque ni ellos han hecho nada extraño, ya que cada día 10 personas se suicidan en España; ni el que lo comenta, como estoy haciendo yo ahora, está siendo morboso. Los expertos aconsejan que se hable de este problema.

La Doriga, Principado de Asturias

Es una tragedia que personas con más de media vida por delante, en apariencia normales y corrientes, alberguen en su interior tanto sufrimiento como para decidirse a dar un paso tan doloroso, para ellos y para sus seres queridos. Es sin duda síntoma de que algo va mal en nuestra sociedad, y es que no son casos aislados, el suicidio resulta ser la causa número uno de muerte no natural en nuestro país. Y eso considerando solamente los que lo logran, ya que hay muchos otros que lo intentan sin conseguirlo.

Mira a tu alrededor y verás varios suicidas. Es así de duro decirlo, pero es la realidad. Parece que da miedo decirlo porque si se asume como algo normal, tal vez se anime a más gente a dar el paso. Lo que yo quiero normalizar, poniéndolo así de claro, es que en la mayoría de los casos falla la comunicación. Por querer callarlo, cuando vemos que alguien está mal, miramos para otro lado. Y el que está mal, por no querer molestar, acaba callando.

Por eso yo admiro tantísimo a la gente valiente que da ejemplo de honestidad, que admite haberse encontrado en el mismo barco, que con su confesión pública hace a los demás sentirse acompañados. Porque ¿quién no ha pensado en la muerte? ¿Quién no se ha sentido solo alguna vez en su vida? El suicidio es el acto de mayor soledad del mundo, de una soledad rumiada durante mucho tiempo.

Ahora mismo tengo amigos conmocionados, atónitos por un hecho que se ha repetido en un breve espacio de tiempo. Las dudas nos asaltan: ¿va a haber otro? ¿quién será el siguiente? ¿a quién estamos descuidando?

Una íntima amiga mía, muy amiga del recién desaparecido, me ha contactado preocupada, reflexionando sobre la necesidad de cuidarnos más, de querernos más y decírnoslo, de hablar más de cómo nos sentimos realmente… Intuyo que, como soy una solitaria con un tipo de vida poco convencional, me ha identificado como otra posible agente de riesgo.

Camino primitivo, Principado de Asturias

Yo desde aquí quiero tranquilizar a mis seres queridos: no tengo ninguna intención de truncar este regalo que es la vida y que hoy sé apreciar. Sí voy a hacer una confesión: debo mucho de mi conquista de la felicidad al estudio del crecimiento personal, y doy las gracias a las personas que me han animado a explorarlo por medio de su ejemplo.

Emei Shan, Chengdu, China

Mucha gente desprecia la filosofía positiva, los manuales de autoayuda, las terapias, las religiones, y todo tipo de herramientas que otros exploramos para intentar superar la adversidad. No pasa nada si a ellos, que les parecen chorradas, no les funciona. Pero no se dan cuenta de que, adoptando esa postura prejuiciosa, censora y de superioridad, están contribuyendo a oprimir a ésos que se sienten mal y que no se atreven ni a expresarlo ni a buscar ayuda para no ser tachados de débiles o ilusos. Esta sociedad de falsas apariencias, de competitividad, de materialismo, de chismorreos y de envidias es la única culpable. Quienes se suicidan, quienes lo intentan, o quienes intentan sobreponerse a su malestar por medio de la comunicación abierta, el desarrollo personal, la medicina o la espiritualidad, son la resistencia, los verdaderos héroes de esta historia.

11 respuestas a «Se nos ha suicidado otro valiente»

  1. Si, siempre pensé que lo de suicidarse es de valientes desesperados.
    Hace muchos años tuve un jefe que la misma noche que se enteró de que tenía una terrible enfermedad, antes de pasar por el horror del quirófano y quedar desfigurado para siempre, imposibilitado para trabajar en lo que le gustaba, se suicidó.
    Fue una experiencia muy traumática. Muchas veces imaginé el desquicie que le produjo la noticia que solucionó a la mayor brevedad.
    Han pasado por mi vida, afortunadamente sólo por la vida laboral, varios sucesos de ese estilo. No por ser mi vida laboral me han afectado menos, pero al menos no eran amigos del alma.
    Es frecuente pensar qué podías haber hecho, en qué debías de haber apoyado, cuando un amigo se va de esa manera. Es desasosegante, pero quizá no se hubiese podido hacer nada. O quizá si. Un oído comprensivo, una apertura del alma……….es tan difícil abrir el alma a veces……
    Mucho ánimo !!!. Conozco la sensación y es horrorosa.
    Para quien se ha ido, que donde esté encuentre la paz que estaba buscando. DEP.

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      1. Para tanto dolor, solo se puede ser tolerante. Y lo que no se puede negar es que lo que te lleva al suicidio es mucha angustia, mucho dolor, mucho miedo.
        Hay que mirar a los temas reales con ojos reales y comprensivos, con empatía.
        Los suicidas me producen tremenda pena.

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  2. Es una tragedia! Yo también perdí a un buen amigo hace años, en unas circunstancias terribles, y lo peor es que lo veíamos venir de lejos. No pudimos o no supimos ayudarle.
    Las cifras del problema son apabullantes, pero es tema tabú, puesto en cuarentena, que retrata profundos problemas sociales. Y dentro de él, la terrible proporción de varones que se suicidan, es doblemente tabú.

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      1. Desconocía la estadística. Impresionante !!!
        Las 3 personas que conocía y se suicidaron eran 3 hombres y una mujer esposa de un cliente de la oficina, que afortunadamente no conocia.
        La estadística clavada. ¡Que triste!
        Saludos

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