El blog personal, ¿vanidad o humildad?

Puede parecer que un blog personal, expresión de las reflexiones individuales, es un acto de egocentrismo. Yo he llegado a la conclusión de que es justo lo contrario. Las personas que comparten sus pensamientos ponen a prueba su humildad. Mis inquietudes pueden resultarles molestas a otras personas. Mis teorías pueden despertar discrepancias. En el mejor de los casos, estas letras pueden no importar a nadie.

Animada por lo mucho que me aporta que otros compartan sus escritos, y para obligarme a mejorar mi práctica, decidí incorporarme al dominio público mediante el blog. Necesité de una lista de razones para animarme a dar este paso, que podéis encontrar en mi primer post: La necesidad de escribir un blog.

Cuando veo las entradas de mi blog, o mis publicaciones de Instagram, la inseguridad me provoca con frases como: “¿Pero tú dónde vas? ¡Qué pretenciosa! Lo tuyo es pedantería pura”. Al final me regaño y me digo que, si tengo que mejorar mis contenidos, simplemente me esfuerce por hacerlo. Y practicando es el camino. También me animo, me digo que debería estar orgullosa de mi valentía, porque estoy atreviéndome a mostrarme, algo que no había osado hacer en 40 años.

La gente que habla públicamente sobre sus experiencias regala su desnudez a quien quiera sentirse o no identificado con ella. Ésta, desde siempre, ha sido la labor del artista y del filósofo. Ofrecer identificación es ofrecer acompañamiento. Y en el caso del blog, con su debida sección para comentarios, encima se abre un canal que invita a la conversación y la réplica.

Humildemente reconozco que nada en mis escritos es tan importante como para perder tiempo cuestionando si es o no procedente. Auto censurarme por temor a no ser trascendente sí que sería vanidad. La inseguridad sí que es un acto egocéntrico. Torturarse con frases como «¿qué pensarán de mí?, ¿cómo he podido creer que a alguien le interese lo que escribo?, No soy nada en comparación con las celebridades de Internet», denota afán de querer destacar. Solo alguien cargado de altas pretensiones puede sentir vergüenza por no ser el mejor. Solo cuando hay ansia de reconocimiento hay miedo a no obtenerlo.

No quiero que la osadía que me animó a tomar la decisión de mostrar mis escritos se diluya. Quiero recordarme que la vida es un experimento, y que mis ensayos solo tienen el poder de ayudar a otros o de dejarles indiferentes. En este artículo reconozco que la inseguridad me acompaña muchas veces, por ello me remito a lo dicho en La honestidad como acto de rebeldía y generosidad. Yo no vengo aquí a vender una buena imagen, sino a compartir una simple existencia.

Por eso quiero seguir compartiendo mis pensamientos. Puede que no estén perfectamente expresados, ni sean del interés de la mayoría, pero como me propuse cuando empecé este blog, yo vengo aquí a aprender, y ésta es otra lección que he aprendido arriesgándome a presentarme al examen público, que compartir públicamente reflexiones personales implica un gran ejercicio de humildad que yo aún no tengo superado. Confieso que sigo sintiendo inseguridad, luego no soy todo lo humilde que quisiera ser. Debo seguir practicando y publicar más posts para superarlo.

11 respuestas a «El blog personal, ¿vanidad o humildad?»

  1. Escribir un blog desde el interior de uno mismo, es como ir al psicólogo, pero sin el secreto médico/paciente, sin nadie que te «oriente o aconseje» por lo que, en principio, para mí, es un acto de valentía que obliga y compromete.
    Un blog debe ser un compromiso con uno mismo de tenacidad y reflexión, de predisposición a recibir opiniones contrarias pero casi siempre sinceras (¿humildad?) y de poder ayudar a otros con tus reflexiones (¿vanidad?)…..
    Escribir un BLOG , con mayúsculas, obliga mucho………………………sigue así

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  2. No pareces una persona pretenciosa ni vanidosa en absoluto! Creo que la inseguridad puede tener una parte de las expectativas de uno mismo, pero también puede ser un sentimiento muy humano ante el acto de exponer públicamente, partes de la personalidad que no mostramos habitualmente. Dejar esas partes a la vista, puede hacernos daño, y el miedo al daño genera inseguridad. Creo que por eso muchos usan (usamos) pseudónimos

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    1. Pues yo que iba a preguntarte quién eras… Sobre todo quería buscarte en un blog, para leer más de tus interesantes reflexiones! Gracias por tan acertado comentario! (Ya me harás signo de quién eres cuando nos veamos 🙂

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  3. Tranquila, no me parece que tener un blog sea una cuestión de vanidad y tampoco en tu caso.
    Frecuentemente, a muchos nos cuesta mucho exponernos al criterio público. A mi, personalmente me costó muchísimo y estaba aterrada. Aún no sé cómo lo comencé.
    De vez en cuando aún tengo ataques de pánico cuando expreso opiniones y pienso que quizá me vengan comentarios poco agradables o totalmente contrarios a mis afirmaciones.
    Así que, a veces no depende de vanidad, depende de un superar miedos que uno tiene porque por encima de esos miedos se quiere expresar algo.
    Un saludo y Feliz Finde.

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      1. Me alegra que te encante mi blog pero siento disentir en que sea una experta. ¡Para nada ! y si quieres que sea sincera yo me pongo muchos defectos cuando me releo.
        De todos modos, gracias por tus piropos, que siempre sientan bien. 🙂

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